A veces, la mente comienza a ofrecer pequeñas pistas que indican que algo no está del todo bien. Estas señales pueden parecer inofensivas al principio, confundidas frecuentemente con simples distracciones, cansancio o estrés. Sin embargo, ignorarlas puede conducir a una demora en el diagnóstico de un problema más serio, como lo es la demencia. Reconocer las señales a tiempo puede marcar una gran diferencia, tanto para la persona afectada como para su familia.
La demencia no es una enfermedad específica, sino un término que describe un grupo de síntomas asociados con el deterioro de la memoria, el pensamiento y las habilidades sociales. A continuación, exploraremos diez señales tempranas que podrían indicar la presencia de esta enfermedad. Estar informado es el primer paso para cuidar de uno mismo y de los seres queridos.
Recordemos que aunque estas señales pueden ser preocupantes, no necesariamente indican demencia. Sin embargo, si se presentan varias de ellas de forma persistente, es recomendable consultar a un profesional de la salud para una evaluación más exhaustiva.

1. Pérdida de memoria reciente
Una de las señales más comunes es la dificultad para recordar información reciente. Por ejemplo, si una persona olvida conversaciones, citas o eventos importantes con frecuencia, esto puede ser un indicativo de algo más serio.
2. Dificultad para realizar tareas cotidianas
Las personas con demencia pueden encontrar difícil llevar a cabo actividades que antes realizaban con facilidad, como cocinar, manejar o seguir el hilo de una conversación. Este cambio puede ser sutil al principio, pero puede volverse cada vez más evidente.
3. Cambios en el lenguaje
Una persona que desarrollará demencia puede tener problemas para encontrar las palabras adecuadas durante una conversación, usar palabras inusuales o repetir preguntas. Estos cambios en el lenguaje pueden ser frustrantes tanto para el afectado como para quienes le rodean.
4. Desorientación temporal y espacial
Las personas con demencia pueden perder la noción del tiempo, olvidando qué día es, o pueden sentirse desorientadas en lugares familiares. Esto puede generar ansiedad y confusión, tanto en el afectado como en su familia.
5. Cambios en el estado de ánimo y la personalidad
La demencia puede provocar cambios inesperados en la personalidad y el estado de ánimo. Una persona que solía ser amable puede volverse irritable o ansiosa, lo que puede sorprender a sus seres queridos.
6. Problemas de juicio y toma de decisiones
Si notas que una persona cercana tiene dificultades para tomar decisiones o muestra un pobre juicio en situaciones cotidianas, esto podría ser otro síntoma de demencia. Por ejemplo, pueden tener problemas para manejar su presupuesto o elegir ropa apropiada para el clima.
7. Retiro social
Las personas con demencia a menudo comienzan a alejarse de sus amigos y familiares, reduciendo su participación en actividades que antes disfrutaban. Este comportamiento puede estar relacionado con la confusión o la frustración que sienten por los cambios que experimentan.
8. Cambios en la percepción visual
Los problemas de visión, como la dificultad para leer, juzgar distancias o reconocer colores, pueden ser indicativos de demencia. Estos cambios pueden afectar la capacidad de una persona para realizar actividades diarias con seguridad.
9. Olvidos de objetos cotidianos
Si una persona tiende a perder con frecuencia objetos como llaves, gafas o su teléfono, y no recuerda dónde los dejó, esto puede ser una señal de alerta. El olvido extremo de objetos puede ser frustrante y molesto.
10. Cambios en el sueño
Las alteraciones en los patrones de sueño, incluyendo insomnio o dormir durante el día más de lo habitual, pueden estar relacionadas con el desarrollo de demencia. Estas alteraciones pueden afectar aún más la salud mental y el bienestar general de la persona.
Conclusión
La detección temprana de las señales de demencia puede facilitar un mejor manejo de la enfermedad y ayudar a los GP (guardianes de pacientes) a buscar la mejor atención posible. La comunicación abierta con requerimientos de diagnóstico temprano, la atención individual y el apoyo a las familias son fundamentales en este proceso. Si observes alguna de estas señales en ti mismo o en un ser querido, considera buscar la opinión de un profesional de la salud. La conciencia es el primer paso para enfrentar los desafíos que pueden venir con el deterioro cognitivo.
Recuerda, cuidar de nuestra salud mental es tan importante como cuidar de nuestra salud física. Mantente alerta, infórmate y busca ayuda cuando sea necesario.