Encontrarte con un gecko en casa puede ser una experiencia curiosa, sobre todo si es la primera vez que lo ves de cerca. Esa pequeña criatura, con sus ojos grandes y cuerpo ágil, suele moverse sigilosamente por las paredes o el techo, muchas veces durante la noche. Algunos se asustan al verlo, otros lo observan con simpatía, pero lo cierto es que tener un gecko en casa es algo muy común en los países de clima cálido y húmedo.
En regiones tropicales como el Caribe, Centroamérica, Sudamérica y gran parte del sudeste asiático, estos pequeños reptiles se han convertido en compañeros silenciosos del hogar. No son peligrosos, no atacan ni muerden, y de hecho, cumplen una función más útil de lo que muchos imaginan. Su presencia puede ser una bendición disfrazada, sobre todo si te molestan los insectos.
Los geckos se alimentan principalmente de mosquitos, cucarachas pequeñas, moscas y otros insectos que suelen entrar a las casas, especialmente durante las noches. Si alguna vez has notado que hay menos zancudos o bichos voladores donde suele aparecer un gecko, no es coincidencia. Estos pequeños cazadores son veloces y efectivos, y en silencio ayudan a mantener el equilibrio dentro de tu hogar.

La Inofensiva Naturaleza de los Geckos
A diferencia de otros reptiles, los geckos son animales inofensivos para las personas. No transmiten enfermedades ni representan peligro alguno. De hecho, muchas culturas los consideran un símbolo de buena suerte o protección del hogar. Su capacidad para trepar paredes verticales o caminar por techos sin caerse se debe a una estructura microscópica en sus patas, compuesta por millones de pelillos que se adhieren incluso a superficies lisas. Este fenómeno ha sido objeto de estudio por parte de científicos, que han intentado imitar su “pegamento natural” para crear nuevos materiales tecnológicos.
Comunicación y Comportamiento
Aunque son bastante discretos, los geckos a veces se delatan con su particular sonido. Si has escuchado un “clic-clic” o un sonido parecido a un pequeño chillido durante la noche, probablemente haya uno cerca. Es su forma de comunicarse, especialmente entre machos que defienden su territorio o cortejan a una hembra. Algunos pueden ser bastante ruidosos, sobre todo en temporada de apareamiento, pero nada que resulte realmente molesto.
La Convivencia con un Gecko
Tener un gecko en casa no requiere cuidados especiales, ya que ellos llegan por su cuenta y se adaptan fácilmente a los rincones del hogar. Les gusta esconderse detrás de cuadros, muebles, grietas o cortinas. Son nocturnos, así que verlos durante el día no es tan común. Si notas uno, lo mejor es dejarlo tranquilo. Intentar sacarlo o matarlo no solo es innecesario, sino que además te privarías de su ayuda natural contra los insectos.
Sin embargo, hay algunas recomendaciones básicas si no te sientes cómodo compartiendo espacio con ellos. Mantén las ventanas cerradas o con mosquiteros, sella grietas por donde puedan entrar y evita dejar luces encendidas cerca de puertas o balcones por mucho tiempo. La luz atrae insectos, y los insectos atraen a los geckos. Si eliminas su fuente de alimento, probablemente se irán por cuenta propia.
Curiosidades sobre los Geckos
Otro dato curioso es que los geckos son muy resistentes. Pueden regenerar su cola si la pierden, y eso suele ocurrir como un mecanismo de defensa. Si se sienten amenazados, desprenden su cola para distraer al depredador mientras ellos escapan. No te asustes si ves una cola moviéndose sola; es algo totalmente normal.
La Limpieza de la Casa y los Gecko
Esta es una de las preguntas más frecuentes. Aunque los geckos no son sucios, como todo animal, pueden dejar algunos rastros. Sus excrementos son pequeños y generalmente aparecen en las paredes o cerca de las lámparas. No son peligrosos, pero sí conviene limpiarlos regularmente. Mantener una casa ordenada y ventilada también ayuda a que no se acumulen restos ni insectos que los atraigan.
Conclusión: Un Compañero Natural
Algo que vale la pena mencionar es que los geckos no viven mucho tiempo dentro de una misma casa. Suelen moverse en busca de alimento y refugio, y si no encuentran suficiente, simplemente se marchan. Son animales libres por naturaleza, así que no se acostumbran a ser mascotas, aunque algunas personas intentan criarlos en terrarios.
En resumen, la llegada de un gecko a tu hogar no debe ser motivo de preocupación, sino más bien un signo de buena fortuna y un aliado natural en la lucha contra los insectos. Así que, la próxima vez que encuentres uno de estos pequeños reptiles en tu casa, tómalo como un inquilino benévolo y benefíciate de su presencia.